sábado, febrero 28, 2009

C o n f u c i o *

Biografía: Filósofo y teórico social chino, creador del confucianismo y una de las figuras más influyentes de la historia china. Kong Qiu, quien luego pasaría a llamarse Confucio, "maestro Kong" literalmente, nació en una familia noble. Su padre murió tres años después de su nacimiento y dejó a la familia en la pobreza. Confucio se casó a los diecinueve años de edad y tuvo un hijo y dos hijas. Trabajó en diversos oficios, hasta llegar a ser Ministro de Justicia, cargo que dejó años más tarde ya que no estaba de acuerdo con la política que seguía el príncipe. En esta época, el gobierno de China, regido por la dinastía Zhou, sufrió un proceso de degeneración, pérdida de la fe y decadencia, hechos que influyeron en Confucio, que trató de recuperar y difundir entre la población los principios y preceptos de los sabios de la antigüedad. Para el "maestro Kong", la acción del hombre noble en el estado y en la sociedad se expresa por su moral, su amor y obediencia filial, que deben ser adquiridas mediante la práctica constante. Para Confucio, un hombre muestra su valor practicando la virtud, la rectitud, el amor, la humanidad, la generosidad y el respeto a los padres y ancestros. La educación y capacitación constante, en busca de la superación, son teas fundamentales para el confucianismo. Cuando cumplió cincuenta años, fue nombrado magistrado de Zhongdu y un año más tarde Ministro de Justicia, caracterizándose por su imparcialidad y prácticas ejemplares. En el año 484 ac dejó su cargo y se dedicó a escribir y transmitir sus enseñanzas. Falleció en Lu y fue enterrado en Qufu (Shandong). El templo, la residencia y el cementerio donde descansa Confucio, fueron declarados Patrimonio cultural de la Humanidad en 1994.


Frases célebres de 'Confucio'

¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
Confucio

¿Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, cómo sabrá gobernar a los demás?.
Confucio


Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae.
Confucio


Aprender sin reflexionar es malgastar la energía.
Confucio


Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
Confucio


Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos.
Confucio


Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.
Confucio


El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor.
Confucio


El hombre superior es persistente en el camino cierto y no sólo persistente.
Confucio


El lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompañan a la virtud.

El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.
Confucio


El más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y practica lo que profesa.
Confucio

El sabio sabe que ignora.


El tipo más noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuiciado y carece de una mente amplia.



Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres.



Es más fácil apoderarse del comandante en jefe de un ejército que despojar a un miserable de su libertad.



Es posible conseguir algo luego de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con apenas tres palabras impregnadas de afecto.



Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.


Gobernar es rectificar.


La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.


La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.

La naturaleza humana es buena y la maldad es esencialmente antinatural.


La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos.

Lo que no quieras que los otros te hagan a ti, no lo hagas a los otros.


Lo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás.


Los cautos rara vez se equivocan.


Los defectos de un hombre se adecuan siempre a su tipo de mente. Observa sus defectos y conocerás sus virtudes.


Los hombres se distinguen menos por sus cualidades naturales que por la cultura que ellos mismos se proporcionan. Los únicos que no cambian son los sabios de primer orden y los completamente idiotas.


Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.


Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que ama lo justo.

Lo que no quieras que los otros te hagan a ti, no lo hagas a los otros.

No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación.
El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.

Lo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás.

Aprende a vivir y sabrás morir bien.

Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender, peligroso.

Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus actos.

Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque esta sea un simple murmullo.

Sólo el virtuoso es competente para amar u odiar a los hombres.


Aprender sin reflexionar es malgastar la energía.

Sólo los sabios más excelentes, y los necios más acabados, son incomprensibles.

Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres.

El lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompañan a la virtud.

La naturaleza humana es buena y la maldad es esencialmente antinatural.

Si no se respeta lo sagrado, no se tiene nada en que fijar la conducta.
Los hombres se distinguen menos por sus cualidades naturales que por la cultura que ellos mismos se proporcionan. Los únicos que no cambian son los sabios de primer orden y los completamente idiotas.

Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil.

No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa.

Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que ama lo justo.

Yo no procuro conocer las preguntas; procuro conocer las respuestas.


Aquel que gobierna por medio de su excelencia moral puede compararse a la estrella polar, que permanece en su sitio en tanto todas las demás estrellas se inclinan ante ella.

Los cautos rara vez se equivocan.

El que conoce la verdad no es igual al que la ama.

El hombre superior es persistente en el camino cierto y no sólo persistente.

Un erudito que no sea serio no inspirará respeto, y su sabiduría, por lo tanto, carecerá de estabilidad.

Gobernar es rectificar.

La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos.

Arréglese al estado como se conduce a la familia, con autoridad, competencia y buen ejemplo.





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